REMIENDOS DE PLEGARIA
POR: JOSÉ MUÑOZ COTA
(In Memoriam)
No vine a este mundo polvoriento
para perderme y no encontrarte.
Yo sé que me vigilas,
quizá en el reloj
y disimulas tu voz en el tic tac.
Estás. Lo sé. Te presiento. Te respiro.
¿Estás esperándome en el verde follaje de algún árbol?
Este es mi salmo. Soy cuerpo de una sombra,
el eco de un grito no gritado;
el aire triste que perdió su espacio,
el reloj solitario que ya no tiene tiempo,
silla desocupada,
vaso sin agua,
remiendos de plegaria.